Eran las adicciones persiguiendo los bolsillos de las personas
Que felices y confusas
Cambiaban a Dios por estás
Sus vidas tomaban sentido
Al disfrutar los rayos de luz por la ventana
Impregnadas en necesidad
La ciudad se tornaba salvaje cuando los bolsillos se vaciaban
Y las adicciones escapaban
Para volver a ser atrapadas.
Quizás con una gota de esfuerzo
Quizás solo caían en las calles
Quizás solo caían en las calles
Pero nunca las hallabas entre los gritos del despertador de la mañana.
el cuerpo necesita vicios, es parte de una catarsis terapéutica...
ResponderEliminarmuy bien dosificados, eso sí....
Que bueno, me encanta la idea.
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